lunes, 11 de octubre de 2010

Viejos son los trapos

El estilo de vida actual hace que el proceso de envejecimiento se acelere, que los relojes biológicos marchenmás de prisa. Pero existe el envejecimiento o sólo es cuestión de crecimiento o abandono?
¿Por qué hay gente que aparenta menos edad de la que cronológicamente tiene, y otros más? ¿Y por qué hay gente mayor con el espíritu que un adolescente envidiaría?
Desde hace un tiempo algunos científicos han descubierto que más allá de nuestra edad cronológica, la que dictamina nuestro año de nacimiento, existe otra. Es la representada por nuestra edad corporal y fisiológica, denominada edad biológica, es en definitiva, la edad de nuestro cuerpo.

No podemos modificar nuestra edad cronológica –aunque no festejemos más los cumpleaños– pero sí podemos alterar la edad biológica, atacando todos los aceleradores, los que nos llevan a la vejez y al deterioro.

Es por ello que veremos personas de 50 años que tienen una edad biológica de 35, y quizá, algunos de 35 con un edad biológica de 50. El único factor que modificará nuestro reloj biológico para bien o para mal, es el estilo de vida.

Como decía, ya nadie discute que la alimentación sana y la actividad física aportan beneficios a nuestra vida pero hay otros factores determinantes en deteriorar nuestra calidad que van  desde lo emocional y espiritual, pasando por lo económico y haciendo mucho foco en lo social.
Una fuerte dosis de personalidad también es necesaria para afrontar este  plan, pues habrá mandatos sociales que deberemos contradecir y un permanente equilibrio entre lo físico e intelectual.
Emparentada con la edad biológica está la edad psicológica, que es la edad que cada uno cree que tiene. Es por eso que veremos personas de ochenta años con un espíritu de veinticinco y viceversa; un adolescente tirado en la vereda, consumiendo cerveza, es un claro ejemplo.
La edad psicológica es muy útil para revertir la biológica, pues el poder de la mente es de una inigualable eficacia. Si crees que envejecerás y que tu futuro es el deterioro, es muy probable que eso suceda. Ahora, si aceptas el transcurrir de los años como un crecimiento espiritual, físico e intelectual, seguramente tu cuerpo acompañará el mandato de tu mente.

Para quitar solemnidad y despuntar el vicio he intercalado algunas viñetas de humor gráfico, referidas a cada uno de los temas que iré abordando, pues el sentido del humor es otro de los factores que demora el avance del reloj biológico.

No hay edad para plantearse un cambio de estilo de vida.. En ancianos de geriátricos en Estados Unidos, sólo la actividad física creó una expectativa de vida de diez años más.
Verse y sentirse joven no es una cuestión de narcisismo, ni vanidad, sino una actitud ante la vida.
¿Entonces, qué es el envejecimiento? Pues no existe. Sólo hay crecimiento o decrepitud y en nuestras manos está la elección.

 “La juventud no es una etapa de la vida, sino una postura ante ella. Es honrar la misma. Es cuidar ese regalo del universo que es nuestro cuerpo y nuestra mente, para poder vivir con mayor plenitud.”



Las tres edades

Cuando te pregunten qué edad tienes, puedes responder de distintas maneras, ya que existen tres edades.
Edad cronológica: dictaminada por nuestro año de nacimiento. Es nuestra respuesta habitual.
Edad biológica: es la edad fisiológica.
.Ella dice como el paso del tiempo ha afectado a tus órganos y tejidos, comparándolos con los de otras personas de la misma edad cronológica. Es la edad que nos dice como hemos tratado a nuestro organismo en estos años. Para obtener la edad biológica se deben realizar estudios, observar los biomarcadores o marcadores biológicos del envejecimiento. Ellos son los siguientes:
Presión Arterial, cantidad de grasa corporal, umbrales auditivos y visuales, niveles hormonales, función inmunológica, regulación de la temperatura, densidad ósea, espesor de la piel, los niveles de colesterol, la tolerancia a la glucosa, la capacidad aeróbica y la tasa metabólica. Si uno conoce esos resultados puede compararlos con el promedio para el grupo de personas de la misma edad cronológica.
Edad psicológica: es la edad que cada uno cree que tiene. Es por eso que encontramos personas de 80 años con un espíritu de una de 20.
En Harvard se realizó un experimento interesante. Se eligió a personas mayores de setenta años y se las motivó para que pensaran y actuaran como personas con veinte años menos. Al cabo de una semana se notaron cambios a niveles auditivos, visuales, de motricidad y destreza.
En realidad nos convertimos en lo que creemos ser. La edad psicológica va de la mano de la edad biológica. Tener una expectativa de rejuvenecer ayudará a revertir la edad biológica.


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